Las materias del aula se exploran de manera integrada, donde los estudiantes se enfrentan a problemas del mundo real mientras perfeccionan sus habilidades en matemáticas, economía, ciencias, humanidades, lenguaje y escritura. Los materiales manipulativos de la escuela primaria rara vez se utilizan, ya que estos estudiantes ahora pueden trabajar, comprender y visualizar ideas en abstracto. El enfoque se centra en el desarrollo de un proceso exitoso y un enfoque innovador, en lugar de recompensar una respuesta esperada.
Los estudiantes de secundaria son sensibles a los problemas de justicia social y dignidad personal. El pensamiento crítico y las habilidades para hablar en público se aprenden a través de seminarios socráticos mientras los estudiantes lidian con problemas del mundo real. A través de este proceso se desarrolla una apreciación de múltiples perspectivas sobre un tema determinado.
Los estudiantes desarrollan y dirigen su propio negocio real, comercializando y vendiendo productos que ellos mismos fabrican. Se imparten lecciones complementarias sobre los aspectos científicos, históricos, económicos, prácticos y organizativos de sus productos. El trabajo de los estudiantes incluye contabilidad, presupuestos y compras, diseño, publicidad, encuestas, investigación, redacción de propuestas, entrevistas a expertos y documentación.
Los estudiantes desarrollan las habilidades que les permitirán expresar su comprensión del mundo a través del arte y la música. Actividades como la escalada en roca, el piragüismo, el tenis, el atletismo, el senderismo, el ciclismo y otros juegos en grupo ayudan a desarrollar la agilidad y la fuerza, así como el sentido del humor y la confianza para afrontar los desafíos físicos.
Más allá del desarrollo intelectual, el programa de escuela secundaria guía a los estudiantes para convertirse en ciudadanos activos y solucionadores de problemas completamente informados dentro de la comunidad local y más allá.
Tras años de observación de cómo nuestros alumnos se matriculan en la escuela secundaria, la universidad y más allá, se confirma que una auténtica escuela secundaria Montessori es una excelente educación para la vida. Los alumnos sobresalen en la escuela y en las carreras que eligen, pero, lo que es más importante, emergen como adultos seguros, bien adaptados y felices.
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